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Te descubrimos nuestros restaurantes asequibles favoritos de Madrid en los que gozar (y mucho) por un precio igual de apetecible que su carta.

En Madrid las opciones de restauración parecen infinitas. Pero cuando se trata de comer bueno y barato, de pagar poco y además disfrutar de sabores fascinantes sin caer en las pizzas de autor —pero sin desestimar nunca los mejores restaurantes italianos de la capital—, las mejores hamburgueserías o los bocadillos y tapas gourmet, esta lista merma considerablemente. Por eso cuando damos con una de estas propuestas en las que se come muy bien a buen precio, nos la guardamos como oro en paño para después chivárosla, claro está.

Encontrar un buen restaurante donde pagar 25 euros (o menos) en Madrid conlleva una gran investigación gastronómica. Por fortuna, la capital está repleta de sabrosas opciones a muy buen precio, solo hay que descubrirlas. En este último año y medio en el que todo parece haber cambiado de repente y la incertidumbre se ha instalado en nuestras vidas, fijarse en el bolsillo es imprescindible cuando salimos a comer y a cenar. Por eso hemos creado esta recopilación de las recomendaciones de nuestros restaurantes favoritos de Madrid que además son muy asequibles. En algunos de ellos la cuenta ni siquiera alcanzará los 25 euros por persona y todos saldréis de allí con muy buen sabor de boca. ¡Toma nota!

Lejos de ser el típico ‘place to be’ madrileño, Toga era uno de esos restaurantes de la capital que siempre estaba lleno de gourmets disfrutones. Aunque ahora han reducido aforo para adaptarse a los nuevos tiempos, en él nada más ha cambiado. Sus dueños siguen colgando el cartel de completo, su decoración sobria resalta la importancia del plato, los camareros transmiten una energía única y su ecléctica carta es perfecta para comer muy (muy) bien a buen precio. Si todavía no has probado sus ‘noodles con atún rojo y mayonesa de Kimchi’, hazte un favor y acércate hasta La Latina para morir de placer. Y si no consigues sitio de momento y no te quieres quedar con las ganas de tomarte unos noodles, no te pierdas los mejores restaurantes chinos y asiáticos de Madrid donde probarlos.

Situado en el castizo barrio de Las Letras, este restaurante de la capital es el último grito entre los fanáticos de la comida tradicional y los restaurantes más castizos y típicos de Madrid. Como habrás podido deducir por su nombre, los huevos y las tortillas son la especialidad en la Taberna El Gallocanta, pero también presumen de croquetas, cachopo y unos arroces melosos únicos. Reúne a tus mejores amigos y date un homenaje cañí por menos de 25 €.

Calle de Jesús, 2 (Madrid).

Su carta cambia cada tres meses, como las estaciones, pero una constante en Tres por Cuatro son sus platazos a buen precio. Antes estaba ubicado en el mercado de Torrijos, pero se ha mudado a la calle Montesa de Madrid, en pleno barrio de Salamanca. Se trata de un restaurante sin pretensiones que es uno de los preferidos por los amantes del buen comer, incluidos muchos críticos gastronómicos. Sin necesidad de superar los 25 € por persona, puedes disfrutar de recetas castizas con un 'twist' y mucho sabor. Esta temporada están arrasando con el arroz meloso de paloma torcaz y parmesano. Aprovecha que estás por la zona para visitar los mejores restaurantes del barrio de Salamanca.

No necesitamos una excusa para volver una y otra vez a Chuka Ramen Bar, pero su precio siempre nos anima a reservar en este restaurante de estilo izakaya. Comer el mejor ramen de la capital -y aquí te dejamos una lista de los mejores restaurantes japoneses de Madrid para que no te pierdas nada- es un planazo para todos los bolsillos y, cuando bajan las temperaturas, es perfecto para combatir el frío. ¿Lo mejor? Durante el turno de noche siempre cuentan con platos de temporada más sofisticados que son el acompañante ideal para este suculento plato de cuchara y palillos.

Enfrente de TreZe, el local de cabecera del chef Saúl Sanz y en el corazón de General Pardiñas, una de las calles más foodies del barrio de Salamanca, nos sorprende Terzio, un bar-restaurante con una declaración de intenciones en su nombre que ya nos explica que parte de su encanto va a estar en acodarse en la barra y disfrutar del Madrid más clásico con una cocina reconocible y accesible.

Dejarse tentar por sus bocatas es una de las mejores cosas que se puede hacer, incluido el de chipirones (el que está en la foto y dice ¡cómeme!), pero también del bocadillo de albóndigas al más puro italian style o el de pastrami, que nos haría pensar que estamos en pleno Nueva York. Al medio y para compartir, tanto en sala como barra o terraza, sus patatas bravas, su ensaladilla rusa o sus croquetas de chorizo. Os retamos a intentar elegir solo una de sus raciones.

C/ General Pardiñas, 25.

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Producto de temporada, azulejos en las paredes, recetas de toda la vida y ese 'je ne sais quois' en el aire que te atrapa. La familia donostiarra Barrutia llegó hace casi 20 años a la cocina de este restaurante de Madrid y lo convirtió en un clásico del tapeo y las comidas informales. Hoy en día es todo un templo para darse un homenaje castizo con callos, croquetas, ensaladas de tomate fresco, tortillas 'al estilo Lekeitio' y sus famosos torreznos con puré de boletus, trufa y yema de huevo. Eso sí, la carta es tan deliciosa que es fácil venirse arriba y empezar a pedir platos sin parar. Así que si tu objetivo es cuidar el presupuesto, no des rienda suelta a tus ganas de pedir 'non-stop'. Lo mejor es volver a Barrutia y el 9 y seguir catando.

Calle de Santa Teresa, 9 (Madrid).

Hoy en día las casas de comida son la mejor opción para darse un copioso festín sin salir arruinado. Por fortuna, en Madrid las encontramos en todas partes, pero si tuviéramos que quedarnos tan solo con una, hoy en día nos iríamos a Lavapiés —un buen barrio gastro donde encontrar los mejores bares y restaurantes para tapear de Madrid— para comer en Los Porfiados. En su carta de recetas caseras de todo el mundo conviven tantas culturas que conseguimos viajar sin levantarnos de la mesa. Aunque últimamente somos adictas a su sopa de cebolla y siempre amaremos sus famosas empanadillas argentinas, también nos gusta dejarnos llevar por las sugerencias del día.

El primer restaurante de los hermanos Aparicio (también artífices de La Raquetista y Salino) tiene la terraza más colorida de Madrid y es perfecta para comer al aire libre y pagar muy poco. En Cachivache Taberna ofrecen una cocina auténtica, de calidad y sin estridencias. Justo lo que buscamos para disfrutar de un buen rato con familiares y amigos en cualquier temporada del año.

El barrio de Retiro está más de moda que nunca —de hecho, Retiro se ha convertido en la nueva sensación 'gastro' de Madrid— y en sus calles hay muy buenos restaurantes para comer por menos de 25 €. Entre nuestros favoritos está Ultramarinos Pirulo, que toma su nombre del mítico personaje que intercambiaba cromos en el Parque del Retiro. Además de vender fabulosas conservas, sirven en su comedor y en una terraza acondicionada una carta repleta de productos 'made in Spain'. Tenemos que reconocer que su pared de azulejos de estilo luso también es un motivo para repetir.

Si buscas una comida en clave 'slow' a muy buen precio, en el restaurante de las Hermanas Arce encontrarás la carta de tus sueños. Este coqueto local ubicado en la zona de las Salesas es el proyecto de Elena y Ana, dos hermanas que sirven su recetario heredado a diario a través de un menú en constante cambio. Sus platos siempre son de lo más nutritivos, saludables, sabrosos y económicos. Actualmente solo abren los jueves, viernes y sábados en el turno de comidas (además de ofrecer 'take away'). No les pierdas la pista en Instagram para enterarte de lo que hornean, su selección dulce también es irresistible.

Calle Marqués de Monasterio, 6 (Madrid).

Otro de esos templos modernos que rinden honores a los bares y tascas madrileñas de toda la vida y a los cuales nos gusta siempre ir. Bareto es perfecto para reconciliarse con la barra, la cocina tradicional y estar servido en media hora por menos de 20 euros, Bareto es otra de las claves para entender por qué Retiro está siendo una de las zonas más golosas del nuevo Madrid gastro.

Bien decorado, súper céntrico, luminoso, con mucho ambiente, buenas copas y, lo que es más importante, una propuesta culinaria que está a la altura de todo lo anterior y que nos permite llegar a disfrutar del aperitivo, extendernos hacia el almuerzo o recurrir a él como la mejor opción para cenar barato y bien por la zona y luego disponernos a gozar de la noche.

Llega la ‘Real Food Revolution’, o lo que es lo mismo, la democratización de la comida healthy. Despídete de los conservantes artificiales, azúcares refinados y los procesados para introducirte en el universo Honest Greens, un lugar en el que la alimentación orgánica es una máxima, ofreciendo una carta de lo más variada a un precio asequible. Los productos de proximidad, frescos y de temporada son la base de su comida real, incluyendo platos para compartir, market plates que tú mismo podrás elaborar o garden bowls. Un consejo: deja sitio para el postre. Actualmente podrás encontrarlos hasta en cinco puntos distintos de la capital.

Paseo de la Castellana, 89 (Madrid).

¿Todavía no tienes del todo claro qué te apetece comer hoy? Entonces necesitas encaminar tus pasos hacia el barrio de Chamberí e irte directamente a Cokima. Te sorprenderá su cocina ecléctica que serpentea entre recetas castizas y platos totalmente exóticos para aquellos que adoran viajar con el paladar. Por eso no te extrañará encontrar en la misma carta una arepa colombiana, un taco mexicano de maíz azul con gambones, un tamal de raya, pescado del día frito o unas torrijas hojaldradas. Atención a su tarta de queso, literalmente brutal. Atrévete con el concepto gastronómico más canalla y desenfadado. Si además quieres seguir buceando por la zona, aquí encontrarás otras recomendaciones de restaurantes del barrio de Chamberí donde comer muy muy bien.

Calle Andrés Mellado, 21 (Madrid).

La alta cocina vegana llega al madrileño barrio del Retiro de la mano de Levél Veggie Bistro. Un espacio de ambiente súper acogedor en el que las obras de arte de nuevos talentos y la alimentación saludable se fusionan por completo. Por si te quedaban dudas, te podemos asegurar que comer sano es un auténtico placer. Sobre todo, cuando pruebas su lasaña a base de finísimas tiras de calabacín o su hamburguesa Fabrizio hecha de forma artesanal. Si estás dispuesto a continuar con la oferta veggie de la capital, no te pierdas esta recopilación con los mejores restaurantes veganos de Madrid.

Avenida de Menéndez Pelayo, 61 (Madrid).

No es solo uno de los restaurantes de moda de Madrid y uno de los mejores italianos de la capital, sino también uno de los restaurantes más asequibles si echamos un vistazo a su relación calidad-precio. En Bel Mondo te diviertes, te haces fotos, conoces gente, hay ambientazo y, además, se come bien a precios más que razonables.

Si pasamos a probar su carbonara o su pasta al pomodoro, y rematamos la comida con su tiramisú, la frontera de los 25 euros ni se vislumbra y todo ello teniendo jaleo y disfrute asegurado. Aunque su carta es mucho más extensa, incluyendo embutidos y antipasti italianos, la realidad es que sus clásicos enganchan, y mucho.

Calle de Velázquez, 48.

Es otro de nuestros italianos de cabecera y la realidad es que es imposible no engancharse al estilo que los hermanos Figurato, propietarios también de la pizzería Fratelli Figurato, ofrecen con esta trattoria donde Italia se palpa, siente y mastica a partes iguales. Con una estética que bien podría hacernos creer que estamos en el corazón de Nápoles —aunque estemos en Chamberí—, Trattoria Popolare hace honor a su nombre con precios y recetas.

Platos suculentos de pasta fresca hecha en casa son parte de su imán, junto a sus pizzas napolitanas y a unas cuantas recetas de origen siciliano que también tienen mucha salida como los arancini. Si hay que elegir un plato —que nos parece una temeridad— nos quedamos con sus cavatelli con pesto alla trapanese.

Todo el encanto de las sangucherías de Lima se traslada por obra, gracia y mano del chef peruano Mario Céspedes al barrio de Salamanca, donde sorprender con sus bocadillos, sanguches y hamburguesas en un formato súper informal que te permite cenar en apenas media hora y luego estar listo para salir de fiesta o disfrutar de la noche madrileña.

La carta también tiene algunos imprescindibles como el steak tartar o el guacamole, hechos ambos en el momento, pero si hablamos de panes, los tesoros de la casa son el brioche de carrillera y el sanguche de calamar. Vamos, lo más castizo de Madrid que se funde con lo más auténtico de la street food limeña.

Calle del General Oráa, 45.

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Conocido por uno de los gastronómicos más asequibles de Madrid como es Dsncaja Bistró, el chef Iván Sáez propone muy cerquita de la 'casa madre' un concepto mucho más informal, desenfadado y barato —y eso que Dsncaja ya es barato— donde los reyes de la carta son los pinchos de tortillas, las croquetas, las alitas deshuesadas o los arroces, perfectos para quitarnos ese mono de arroz bien hecho en Madrid.

No faltan tampoco los callos y una pizca de casquería de la que Sáez es un enamorado y con la que nos conquista también a nosotros, sobre todo si vemos que el ticket medio no supera los 25 euros en mayoría de ocasiones. Un sitiazo que abre desde los desayunos hasta la noche, así que siempre habrá un momento para dejarse caer por La Tajada y disfrutar de su cocina amable, conocida y sin sobresaltos.

C. Ramón de Santillán, 15

La cocina tradicional se hereda de generación en generación y por eso Sol Pérez-Fraguero abrió La Gloria en 2013, un tributo a su propia abuela con nombre homónimo. Siete años más tarde nació Josefita, un nuevo restaurante bautizado precisamente como su abuela la llamaba a ella. Un local de ambiente disfrutón en pleno barrio de Malasaña cargado de personalidad, con una carta castiza nacida para saborear en compañía y un restaurante en el que sentirte como en tu propia casa. Su ambiente familiar te atrapará, además de toda la lista de platos caseros típicos de la gastronomía andaluza, madrileña, asturiana o gallega. Si es que, no en vano fue coronado como el nuevo templo del tapeo en Malasaña.